La nariz, al ser la parte más visible del rostro, constituye muchas veces un punto de sufrimiento permanente para quien ve en sí, una falta de armonía, ya sea por el tamaño, la forma, la posición, o la dificultad para respirar.
La rinoplastia, o cirugía de remodelado nasal, es uno de los procedimientos de cirugía plástica más común. Está indicada para reducir o aumentar el tamaño de la nariz, cambiar la forma de la punta o del dorso nasal, afinar la entrada de las fosas nasales, o cambiar el ángulo entre la nariz y el labio superior.
También puede corregir defectos de nacimiento, por traumatismos, o ayudar a mejorar problemas respiratorios.
LA CIRUGÍA
La cirugía suele tomar entre una y dos horas, pero los procedimientos más complicados pueden llevar un poco más. Durante la cirugía, la piel y los tejidos blandos, son separados de sus estructuras de soporte de hueso y cartílago, los cuales son remodelados hacia la forma deseada. La naturaleza del remodelado dependerá de su problema particular.
Finalmente la piel y los tejidos blandos son reposicionados sobre el nuevo esqueleto nasal. La rinoplastia puede hacerse a través de un acceso por dentro de las fosas nasales o como prefieren algunos cirujanos, por un procedimiento ”abierto”, especialmente para ciertos casos más complicados, de narices ya operadas, o con gran deformidad de la punta nasal.
Nosotros utilizaremos uno u otro método, según la necesidad de cada caso, ya que ambos tienen indicaciones preferenciales para tratar distinto tipo de situaciones.
Al final de la cirugía, luego de reposicionar los tejidos, y realizar las suturas adecuadas, se le colocará sobre el dorso nasal una tablilla de yeso o plástico, para proteger la nariz y ayudar a mantener la nueva forma, la cual deberá permanecer durante 7 días.
En ocasiones, se colocan unas pequeñas gasas envaselinadas y/o pequeños tubos plásticos en el interior de las fosas nasales, para estabilizar el tabique nasal. Estos elementos suelen retirarse en uno o dos días.
DESPUÉS DE LA CIRUGÍA
Especialmente durante las primeras 24 horas, sentirá la cara hinchada; arregle como para estar en la cama durante el primer día y poder reposar con la cabeza algo elevada.
Es probable que el edema y el aspecto morado alrededor de los ojos aumente desde el inicio y se extienda al máximo hasta un par de días.
Esto no debe preocuparle, la aplicación compresas frías reduce el edema y hace que se sienta mejor. Es probable que se sienta mejor de lo que se vea. La mayor parte del edema y los moretones, si es que los tiene, desaparecen después de una o dos semanas o un poco más.
Un edema mínimo, que no es reconocido por nadie salvo por usted y nosotros, irá desapareciendo en los siguientes meses.
Es común un pequeño sangrado durante las primeras horas postoperatorias, esto es habitual, y para eso le colocaremos una pequeña gasa sobre el labio superior a modo de bigotera, la cual deberá cambiar en la medida que se moje, y que será retirada cuando el sangrado haya cesado.
Otra posibilidad es que por unas semanas sienta la nariz un poco tapada, en ese caso se le indicará el uso de unas gotas nasales descongestivas. No podrá sonarse la nariz durante las primeras dos semanas, mientras cicatrizan los tejidos. Si le hubiéramos colocado un tapón nasal se lo retiraremos luego de uno o dos días. La tablilla y los vendajes son retirados usualmente una semana.
SU NUEVO LOOK
En los días siguientes a la cirugía, cuando su rostro esté con moretones y edema, será fácil olvidar lo bien que se verá. De hecho, muchos pacientes se sienten deprimidos en el periodo postoperatorio inmediato, esto es normal y comprensible.
Día a día, su nariz comenzará a verse mejor. Después de una semana o dos se verá bien. La cicatrización es un proceso lento y gradual. Algún edema sutil puede persistir por algunos meses en algunos sectores de la naríz, especialmente en la punta.
Pasados tres meses, le tomaremos fotos postoperatorias, que podrá comparar con las del preoperatorio, y ver los resultados.
