ROMINA GUTIERREZ ABRIL SE REFIRIO A CASOS DE PROTESIS ADULTERADAS: La Dra. Romina Gutiérrez Abril (M.P. 2061), integrante de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, recomienda a todas la mujeres con implantes mamarios de la marca francesa PIP realizarse los controles preventivos, debido a los trastornos ocasionados en las pacientes a partir de la adulteración de las mismas.
La marca se encuentra prohibida desde hace 2 años y se estima que cerca de 13 mil argentinas tienen colocado este tipo de implantes, y en la zona de Trelew y el Valle se han registrado casos de reintervención por el estallido de estas prótesis con silicona no aptas y aceites industriales.
«Las prótesis PIP son de origen francés, simulando ser prótesis de alta calidad fueron adulteradas y muchas mujeres a partir del año 2005 se vieron engañadas o estafadas en su buena fe, por haberse colocado prótesis que en realidad tenían una silicona o aceite industrial no apto para uso médico. Eso en un principio no se supo, ingresaron al país y a varios países de Sudamérica. Se calcula que en Argentina 13 mil mujeres tienen colocados este tipo de implantes. Todo esto salió a la luz por una alta tasa de ruptura que tuvieron, porque más de la mitad de las mujeres tuvieron que ser reintervenidas por el estallido de estas siliconas», explicó la cirujana plástica de Trelew, quien ha recibido muchas consultas por esto.
En la zona del Valle también se han presentado casos con estallido de prótesis «colocadas por otros profesionales que desconozco». Gutiérrez Abril señaló que «en la mayoría de los casos se presentan casi como una urgencia, con dolor, cambio de forma», lo que se detecta «en algún estudio o en la palpación misma de la paciente que se realiza como examen mamario. Se presentan cambios con dolor y migración de la silicona, en algunos casos; con bultos en la axila, cuello y hasta ha producido irritación a nivel cerebral afectando el Sistema Nervioso Central», remarcando la peligrosidad del caso, por lo que resulta importante el control médico.
QUITAR LAS PROTESIS
«Hay un comunicado internacional donde citan a todas las mujeres que se hayan colocado ese tipo de prótesis a un control. No es una urgencia el recambio, pero sí un control exhaustivo varias veces al año y un seguimiento. En caso de alguna mínima alteración, la paciente tiene indicación de quitar ese par de prótesis, con colocación o no de un par de buena calidad, aprobado».
RESARCIMIENTO
«Hace dos años que están prohibidas y hace dos años que se están tomando cartas en el asunto, y todo el tiempo a los que somos integrantes de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica nos envían comunicados. Por el momento no hay ningún resarcimiento económico certero», explicó en torno a las versiones que se habrían dado a conocer, agregando que «son muchísimas las mujeres que están afectadas, y la empresa se dio a la fuga».
Recomendó además guardar «toda la documentación que tengan, porque esto entró en un protocolo de investigación. Para evitar males mayores, lo que se pide es que las pacientes acudan al médico, se hagan los estudios complementarios como ecografía, mamografía, resonancia magnética nuclear, y que informen a un profesional, tanto ginecólogo como cirujano plástico, que se hicieron un implante, para que la sepa derivar, esté contenida y sepamos qué tipo de prótesis tuvo». Dijo además que «no todas están adulteradas».
EN TRELEW
La cirujana remarcó que a Trelew «vienen pacientes de todo el sur y hay médicos que vienen a operar al sur y después no vuelven», por lo que recibió en su consulta mujeres de San Cruz y Chubut «con este problema de alguna PIP rota. No siempre es de las dos, no siempre ocurre el estallido simultáneo, pero cuando ocurre se complica la extracción y se debe solucionar pronto».
Gutiérrez Abril dijo trabajar con laboratorios de años de buena reputación y que dan garantía de por vida a las pacientes. «Nunca coloqué PIP, pero sí extraje en varias oportunidades, y las que estaban rotas eran adulteradas y de muy baja calidad», aseguró, recomendando los controles del caso para prevenir consecuencias mayores.
Nota en Diario el Chubut – Año 2012